Más vale tarde que nunca, y al final he aguantado como un campeón hasta las ansiadas vacaciones. Mañana a las 15 h. puedo decir oficialmente que estoy de vacaciones, sin tener que currar durantes tres semanas. Houdini decía que su mente es la llave que le liberaba; y algo similar nos pasa a todos nosotros, pero para liberarnos hemos de tener la mente clara, limpia de cagarrutas y mierdas secas, que sólo hacen que estorbar y rebotarnos dentro de la cabeza cada dos por tres. Así que precisamente para dejar la molondra bien limpita, aseada y de nuevo medianamente amueblada, necesitaba unas vacaciones.
¿Y qué me depararán las vacaciones? Pues primeramente dejar de pensar en el curro durante un tiempo, a estas alturas de año he llegado a un nivel importante de saturación. Desde el inicio del año las responsabilidades han ido en aumento y esta carga poco a poco va pasando factura. Por mucho que me guste lo que hago y que el tiempo se me pase volando mientras trabajo, las continuas llamadas, las prisas y las muchas historias que tengo que tener en la cabeza al mismo tiempo acaban agotando.
Y una vez deje de pensar en el curro, lo que espero sea pronto, habrá que disfrutar lo máximo posible: ir a la playita, disfrutar de la comida, leer, escribir posts chorras con toda la plenitud de mi neurona (a veces la tengo un poco mohína y se hace difícil escribir), dar largos paseos, dormir hasta reventar…, pero sobre todo, deleitarme con la compañía a todas horas de mi chica.
Así que amigas, amigos, me desconecto de la rutina de los últimos meses, y eso incluye el blog. Seguro que el descanso me va a venir estupendamente para volver un poco más fresco, o eso espero si con los excesos no termino con la neurona. Lo dicho, en tres semanas, más y mejor.