lunes, 13 de febrero de 2006

El año pasado me hice una promesa, pero no aprendo

Ya de pequeño tuve problemas con las cosas del suelo, si veía alguna cosa en el suelo que me pidiera a gritos: “Pégame una patada, pégame una patada y mándame bien lejos” yo obedecía. Por ejemplo para qué ponen bolas de hierro enormes en medio de una plaza, si es que después se quejan de que los hospitales están llenos de gente.

El año pasado ya tuve un accidente con una castaña en Miranda de Ebro, había tantas en los alrededores del hotel en el que estábamos alojados, que siempre iba jugueteando con una. Eso hasta que me cansaba de juguetear y cuando la castaña ya estaba mareada la arreaba una buena patada y la mandaba bien lejos. En eso que yendo por una calle, le pegué una patada a una y fue directamente a cruzar otra carretera sobrevolándola cuando un coche se interpuso en su trayectoria parándola en seco con la ventanilla trasera derecha. Se paró, y salió un tío de dos metros y medio para ver qué había ocurrido mientras nosotros cruzábamos la carretera silbando con la cabeza levantada, pero preparados para salir corriendo en caso necesario. Me prometí no volver a dar una patada a nada que estuviera en el suelo.

Pues no aprendo, este fin de semana me ha ocurrido otro pequeño accidente. Iba tranquilamente paseando por el Parque de María Luisa en Sevilla jugueteando con las naranjas caídas de los árboles, cuando sin pensarlo quise mandar una lo más lejos posible. Lo que ocurrió tampoco fue para tanto, podía haberle dado a alguna viejecita en un ojo y haber caído de espaldas, pegarle a un tío en los cataplines o cosas peores. Esta vez yo me lo guisé y yo me lo comí, la naranja no estaba excesivamente dura y al pegarle la patada reventó en mi pié salpicándome por la zapatilla y pantalón. Así que todo el día oliendo a naranja y pringado de ella, y aún hoy tengo la zapatilla izquierda manchada.

22 comentarios:

Guillermo dijo...

Moraleja: nunca le pegues a un cítrico

Lo dijo...

je, je, pues no te vengas a valencia que acabarás pareciendo naranjito. No te necanta el olor a naranja???

Chasky dijo...

El olor a naranja es lo mejor de todo, todavía hoy voy oliendo a naranja y me estoy ahorrando dinero en colonia.

Doctor Brigato dijo...

joder tron... y de las sevillanas que nos cuentas...

pez dijo...

si es q ya ni las naranjas son como antes.

¡¡¡Q VERGUENZA¡¡¡

Cazadora de almas dijo...

Jajaja! es que es dificil eliminar de nuestras manias las adquiridas de pequeños.La proxima vez intenta elegir mejor el objeto que sera victima de tus pies...

Besos!

Chasky dijo...

Bala: Lo de las cagarrutas de perro de momento lo llevo bien, no suelo pisar ninguna, eso sí me temo que llegue el día en el que le pegue una patada a una.

Brigato: No sé bailar, me gusta más la barra de los bares.

Pez: No te creas, estas tenían bastante jugo y olían muy bien, lástima que no fueran las de comer.

Cazadora: El problema que tengo es que no elijo, simplemente veo algo en el suelo y le pego una patada o me pongo a juguetear con ello. Pero yo creo que lo que me pasaba es que tenía mono de fútbol que este fin de semana lo he sustituido por el fin de semana en Sevilla.

rAnita nOe dijo...

jajajaja...
a mi me pasa algo parecido, pero en vez de pegar patadas el lanzar cosas..

besos

Flu dijo...

Las naranjas huelen bien. :)

Que disfrute ud. sus naranjas, Mr. Naranjito.

Gacela dijo...

Cuánto daño han hecho Oliver y Benji, ains... :P

Chasky dijo...

Ranita: Yo una vez estaba borracho bebiendo en un parque y cuando nos terminamos una botella la tiré a lo lejos y calló cerca de un colega que estaba meando en un árbol, desde entonces no lanzó nada.

Flu: Gracias flu, las naranjas están buenas, y además tienen mucha vitamina c.

Gacela: Es verdad que veía Oliver y Benji pero creo que no me han afectado demasiado porque nunca se me ocurrió subirme a un larguero para rematar un córner. El problema que tengo es que no me puedo estar quieto al ver un objeto redondo en el suelo y sin querer empiezo a juguetear.

Cirene dijo...

Menos mal que no te dió por comerlas en lugar de patearlas, el sabor amargo y ácido es brutal. Podias darle un lengüetazo a la zapatilla para comprobarlo. jajajaja (te los puedo asegurar).

Chasky dijo...

Hoy he venido a trabajar con las zapatillas hechas una pena, se me ha ocurrido echarlas un poco de agua y limpiarlas con un cacho de papel y han desprendido un olor a naranja muy agradable. Cuando quiera aromatizar el ambiente sólamente tengo que frotar mis zapatillas y todo olerá a cítrico.

La Menina de la Reina dijo...

bueno, si te sirve de consuelo, piensa que tus pies han ingerido vitamina C y los tendrás más saludables y fuertes...por lo demás, si ves que no se les va la mancha de naranja siempre podrás usarla de ambientador como tu bien has dicho. Las zapatillas encima de la estanteria quedarian de escándalo :)

Chasky dijo...

Qué buena idea, pero antes tendría que echarles algún producto dentro porque por fuera huelen muy bien a naranja pero por dentro el aroma no es tan agradable.

su notarisima dijo...

¡¡¡¡¡¡¡¡GAMBERRO!!!!!!!!


(A alguno como tu le di de pequeño una buena lección que aún recuerda... no me preguntes)

reve dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

Lo que pasa es que eres bueno, pero está claro que tú en el fondo tienes alma de vándalo

Chasky dijo...

Es que lo de la castaña fue muy fuerte, si nos ves a nosotros preparando un plan de huida. Pero supongo que el tío no vería nada, sólo escucharía el golpe en el cristal trasero. Si hubiera preguntado habría dicho que fue un niño que había salido corriendo.

El Ratoncito Pérez dijo...

Pues menos mal que no vas muy a menudo a un melonar!!!

Virrey Mendoza dijo...

Lo que padeces se llama Safpohoeecosis aguada.

Es el "Síndrome de Atracción Fatal de los Pies Hacia Objetos Esféricos Esparcidos por la Calle" (SAFPHOEEC).

La cura sólo está en manos de un reducido número de podólogos uzbecos.

Virrey Mendoza dijo...

Perdón, perdón... quise decir Safphoeecosis Aguda. Aguda!! no aguada...
Aún voy sobado.

Chasky dijo...

Gracias chimp, voy a ver si localizo a algún podólogo de estos porque esta enfermedad está acabando conmigo.