FIZ y tren: trampas mortales

El fin de semana en Zaragoza se presentaba tentador aunque he de reconocer que con 8 horas de viajes en 36 horas acabas un poco cansado. Aún así, podría haber sido peor y no haber vuelto a casa porque en este periodo de tiempo me he enfrentado a trampas mortales que he conseguido soportar, no con ciertas dosis de sufrimiento.

Teníamos entradas gratis para el FIZ y allí estábamos cuando Big City llevaba apenas un par de canciones de su actuación. Es un grupo que promete con un buen directo y canciones bastante aceptables, pero tuvieron que luchar con un importante factor: no había casi público y la mitad de la gente estaba sentada en el suelo.

Ya en estos momentos empecé a observar a mi alrededor una serie de cosas que me mosqueaban. Puesto que Zaragoza estaba de fiesta se percibía que había gente que fue al FIZ a pasárselo bien, sobre todo con el alcohol y no tanto con la música. Les hubiera dado igual quién tocara y si era un concierto de pop, rock, jazz o bakalao. Había otro grupo de personas que iban bien vestidas, con zapatos y pantalones de vestir en el caso de los tíos, y con minifalda y tacones de 15 cm. en el caso de las chicas. Y después estaba la gente de todos los festivales y conciertos, a los que les gusta este tipo de grupos y música y los gafas-pasta.

Ahora os cuento la trampa que nos tendieron, es solo una hipótesis, pero quién sabe si es cierta o no. De repente comenzamos a notar escozor en los ojos y hubo personas que no paraban de toser, todo debido a un polvo que inundaba el auditorio, y que era más perceptible en la entrada del recinto donde había una espesa capa de humo.

Y si a esto lo acompañamos con bebida de garrafón, al menos el ron lo era, y a una serie de gente que no se sabe comportar en este tipo de eventos resultó un festival un poco molesto. Y además, tuve la sensación de que Los Planetas no estuvieron al mismo nivel que en otras ocasiones (La Caja del Diablo solo duro 6 minutos) unido a una acústica no excesivamente buena.

Resulta que el patrocinador principal de este tinglado eran los 40 principales, aunque en la página web oficial del festival solo recomiendan el FIZ, no realizan ninguna otra labor. Pues bien, allí en las pantallas gigantes constantemente aparecía el logotipo. ¿No será una estrategia para acabar con la gente a la que la gusta un tipo de música “minoritaria”? Espeso humo lacrimógeno, garrafón, al Sr. Chinarro, tíos borrachos y con mochilas moviéndose de un lado al otro, concursos de ver quien se coloca primero en la primera fila viniendo desde atrás del todo, soportar a chicas quejándose de que les duelen los pies. Mi opinión es que era una trampa mortal.

Como trampa mortal ha sido el viaje de vuelta en tren en el que los baños eran bastante frecuentados y de los que salía un olor provocado por gente podrida. ¿Qué coño come la gente para echar unos tordos con tanto perfume? Al final acabas tomándotelo con filosofía y riéndote de las caras que ponían algunos y algunas cuando salían del servicio. La verdad es que debían tener una urgencia apremiante para enfrentarse a tan desagradable olor encerrados en tan pequeño espacio. Así salían, con la cara blanca. Menos mal que nosotros íbamos meados y cagados, aunque he de reconocer que yo de lo último iba aquejado.

A pesar de todo he conseguido sobrevivir aunque creo que hoy voy a tener pesadillas.