Existe un lugar inhóspito en el territorio español en el que andar por la calle es una tarea complicada, se trata de Candeán, un pueblo en el que necesitan con celeridad tu ayuda.
¿Para qué necesitan recaudar fondos? Necesitan tu ayuda solidaria para colocar señales indicativas que les oriente por sus peligrosas calles, infestadas de malvadas alcantarillas. El primero en sufrirlas fue Higinio, un habitante de la localidad que yendo a su casa, a las 11 de la noche, se trastabilló, cayó de espaldas, se dio un golpe, y dando un giro de 360 grados en el aire acabó con la cabeza incrustada entre los hierros de una alcantarilla. El pobre no podía sacarla a causa de que las orejas no se lo permitían, y a pesar de gritar tuvo que esperar 4 horas, cantando canciones de Joselito para no volverse loco, hasta que vinieron a rescatarle los bomberos. Éstos asustados ante semejante situación tuvieron que utilizar potentes máquinas hidráulicas para doblar los hierros.
Después del suceso Higinio pasó el resto de la noche en el hospital en observación aunque no se le encontró ningún problema grave. A la mañana siguiente pidió que le dieran el alta porque había quedado con los amiguetes para echar la partida y ver el partido que enfrentaba al Candeán con el Cabral.
En ese momento Higinio contó de primera mano lo sucedido: “Pos acababa de salir de cá Paco y yendo pa mi casa se cruzó un elefante rosa en mi camino que me hizo irme pa un lao del camino y caer en un bujero. La cabeza me dolía un buevo y no me podía mover así que pa que no me doliera me puse a cantar hasta que empecé a oir unas sirenas, me metieron en un platillo volante y después me tumbaron en una cama y unos seres con batas blancas empezaron a mirarme”.
Este fue el diagnóstico de los médicos que le atendieron: “El sujeto varón, de 60 años de edad, presentaba dos hematomas en ambos lado de la cabeza provocados por un aprisionamiento durante varias horas, las posteriores exploraciones confirmaron que no tenía ningún otro daño aunque se le ha tenido en observación como medida de precaución y para que le remitiera la intoxicación alcohólica que tenía por ingesta de vino tinto”.
Pero a parte de este suceso, en el pueblo un niño cayó en otra alcantarilla, a la cual la faltaba la tapa. A continuación un vecino, sin percatarse de que el joven Timmy estaba dentro puso la tapa a la alcantarilla. Lo peor de todo es que tiempo después sobre esta zona se ha construido una carretera debido a las solicitudes de los conductores de tractores que venían exigiéndola desde hacía tiempo. No se sabe nada del muchacho quien quizás todavía pueda seguir vivo, alimentándose de las ratas que pueblan el subsuelo y bebiendo de las aguas que fluyen por las alcantarillas; y si ha fallecido que descanse en paz.
Pero las desgracias de este pueblo van más allá porque pueden quedarse sin fiestas por culpa de la SGAE, que quiere cobrarle una pasta por dejar tocar a la orquesta municipal. El pueblo no dispone de suficientes recursos como para permitirse pagar este canon por lo que están planteándose prescindir de la orquesta y de los bailes tradicionales en los que los mozos arrimaban la cebolleta a las mozas de buen ver, fecundándolas poco después. Así pues los mamones de la SGAE, si no lo hacen antes las alcantarillas, pueden acabar con este bello pueblo vigués.
Por todo esto Candeán necesita tu ayuda, dales unos leuros o unos cértimos para evitar que esto ocurra.
¿Para qué necesitan recaudar fondos? Necesitan tu ayuda solidaria para colocar señales indicativas que les oriente por sus peligrosas calles, infestadas de malvadas alcantarillas. El primero en sufrirlas fue Higinio, un habitante de la localidad que yendo a su casa, a las 11 de la noche, se trastabilló, cayó de espaldas, se dio un golpe, y dando un giro de 360 grados en el aire acabó con la cabeza incrustada entre los hierros de una alcantarilla. El pobre no podía sacarla a causa de que las orejas no se lo permitían, y a pesar de gritar tuvo que esperar 4 horas, cantando canciones de Joselito para no volverse loco, hasta que vinieron a rescatarle los bomberos. Éstos asustados ante semejante situación tuvieron que utilizar potentes máquinas hidráulicas para doblar los hierros.
Después del suceso Higinio pasó el resto de la noche en el hospital en observación aunque no se le encontró ningún problema grave. A la mañana siguiente pidió que le dieran el alta porque había quedado con los amiguetes para echar la partida y ver el partido que enfrentaba al Candeán con el Cabral.
En ese momento Higinio contó de primera mano lo sucedido: “Pos acababa de salir de cá Paco y yendo pa mi casa se cruzó un elefante rosa en mi camino que me hizo irme pa un lao del camino y caer en un bujero. La cabeza me dolía un buevo y no me podía mover así que pa que no me doliera me puse a cantar hasta que empecé a oir unas sirenas, me metieron en un platillo volante y después me tumbaron en una cama y unos seres con batas blancas empezaron a mirarme”.
Este fue el diagnóstico de los médicos que le atendieron: “El sujeto varón, de 60 años de edad, presentaba dos hematomas en ambos lado de la cabeza provocados por un aprisionamiento durante varias horas, las posteriores exploraciones confirmaron que no tenía ningún otro daño aunque se le ha tenido en observación como medida de precaución y para que le remitiera la intoxicación alcohólica que tenía por ingesta de vino tinto”.
Pero a parte de este suceso, en el pueblo un niño cayó en otra alcantarilla, a la cual la faltaba la tapa. A continuación un vecino, sin percatarse de que el joven Timmy estaba dentro puso la tapa a la alcantarilla. Lo peor de todo es que tiempo después sobre esta zona se ha construido una carretera debido a las solicitudes de los conductores de tractores que venían exigiéndola desde hacía tiempo. No se sabe nada del muchacho quien quizás todavía pueda seguir vivo, alimentándose de las ratas que pueblan el subsuelo y bebiendo de las aguas que fluyen por las alcantarillas; y si ha fallecido que descanse en paz.
Pero las desgracias de este pueblo van más allá porque pueden quedarse sin fiestas por culpa de la SGAE, que quiere cobrarle una pasta por dejar tocar a la orquesta municipal. El pueblo no dispone de suficientes recursos como para permitirse pagar este canon por lo que están planteándose prescindir de la orquesta y de los bailes tradicionales en los que los mozos arrimaban la cebolleta a las mozas de buen ver, fecundándolas poco después. Así pues los mamones de la SGAE, si no lo hacen antes las alcantarillas, pueden acabar con este bello pueblo vigués.
Por todo esto Candeán necesita tu ayuda, dales unos leuros o unos cértimos para evitar que esto ocurra.
3 comentarios:
Tenía fuertes dolores de cabeza por lo que comenzó perdiendo la partida, hasta que se tomó un par de copas y entonces... perdió. Además el equipo de fútbol del pueblo perdió, y por volver borracho su mujer le dejó durmiendo durante unos días en el sofá.
Pobre vaya semanita.
Yo no les doy leuros, que se los gasta el paisano en aguardiente...
Eso o se los roba la SGAE por si acaso son piratas. ¿Han pensado en hacer las fiestas a base de canciones populares no gestionadas por la SGAE? Ya sabéis: "la cabra, la cabra, ..."
El paquito chocolatero...
Publicar un comentario