Un finde perfecto

Este fin de semana ha sido muy fructífero, sobre todo como fuente de inspiración para escribir algunos posts. Empecemos por partes, los miembros del frikiforo (foro que mantenemos desde algún tiempo los colegas de la universidad) me tienen vetado a participar en su blog, el cual no estoy dispuesto a enlazar. ¿Y esto a qué se debe? Pues la única respuesta que se me ocurre es que todos ellos tienen miedo a que exista una voz disonante a la suya, puesto que se encuentran en la órbita de un cacique llamado Torete. Además gracias a esa nueva voz dentro del blog, lo dotará de mayor pluralidad y distintos puntos de vista sobre las cosas, incrementando la calidad del mismo y su número de visitas, ahora con pésimos números. Mientras tanto allá ellos.

Cambiando de tema, el sábado mientras iba en el tren a ver a La Habitación Roja tuve que soportar a toda la chiquillería adolescente que comienzan a poblar las discotecas y zonas de copas. Enfrente mío había una pareja, un niño y una niña de unos 15 años, que comenzaron dándose besitos y acabaron a hostias. Sí, sí, como os lo digo, el niño no paraba de toquetear a la niña y ésta le pegaba puñetazos, él la agarraba fuerte la mano haciéndola daño y no paraba de soplarla, a lo que ella respondía: “Jo Miguel que se me pudre el pelo”, y como no le hacía caso y seguía soplando le pegó un puñetazo en toda la boca. Y claro al final acabaron mosqueados.

Después de este bonito episodio estuvimos tomando algo hasta que comenzara el concierto Nu, Brigato, Cris (por cierto muy maja), Hannover, Helena, Javi y otro del que no me acuerdo su nombre. Vimos el concierto, nos tomamos una copa y para casa (aquí no me entretengo porque tampoco tuvo mucha miga y empalaga un poco).

Más divertido fue el domingo, un poquito de deporte por la mañana, y por la tarde paseo por el Retiro con Nu (estoy hasta los cojones de que cuando escribo Nu el puto Word me pone Un). Y mientras íbamos paseando se nos cruza en nuestro camino un gato cósmico azul: Doraemon, con unos grandes ojos negros a los que Nu (joder otra vez Un) no pudo resistirse y le tuvo que meter un dedo en uno de ellos. Vamos, de foto (y yo con la cámara jodida).

Esto me hace pensar en algunas cosas, la primera que Novita, el niño llorón de Doraemon, podría ser Fre y el Torete, Gigante, el niño gordo que le está zurrando todo el día (prometo hacer una imagen de esta idea).

La segunda cosa que se me viene a la cabeza es sobre los gatos en si, tengo dudas sobre estos animales, no sé si me caen bien o no, y aunque tienen cosas positivas y otras negativas me crean cierta desconfianza. Pero a pesar de esta apreciación personal, jamás los maltrataría, al igual que no haría con cualquier otro ser vivo, aunque me acuerdo que en Asturias mataba ranitas y babosas. Bueno da igual, el caso es que hay gente que por ejemplo se los carga para hacer “gasolina de gato”, se trata de una gasolina casera hecha con una mezcla de desechos y de gatos muertos, y que con 20 tendría para hacer 50 litros. Seguro que en su barrio no quedan ya muchos, y pronto tendrá que inventar una “gasolina de ratas”.

Lo que sí me ha sorprendido más ha sido una página en la que te venden gatos bonsáis. Según la web meten a los gatos en botes cuando aún son pequeños y los alimentan a través de un tubo por la boca, le pegan el culo con superglue, y le meten otro tubo para eliminar las heces y la orina. Y al final, después de un tiempo, tienes un gato cuadrado. Muy fuerte, verdad.