A la próxima salto

Hoy yendo en el metro me he sentado delante de dos mujeres que iban comentando cuales eran sus programas de televisión favoritos por la noche. Ambas coincidían en que lo que más les gustaba eran las series porque no duraban excesivamente y así se podían ir a la cama pronto. Las series que han citado han sido Aída y Cuéntame, pero seguramente veían todas las que pusieran y en algunos casos tendrían que elegir.

Así pues la razón fundamental que esgrimían para ver las series era que duraban lo suficiente como para no irse excesivamente tarde a dormir, como puede ser el caso de las películas, que señalaban podían prolongarse hasta la una de la madrugada. Pero lo curioso es que una de ellas señaló que además de las series también la gustaba mucho Operación Triunfo y un programa de la primera en la que salen bailando famosos, Mira Quién Baila, creo. Decía que estos programas le gustaba porque eran entretenidos y los chicos cantaban muy bien, mientras que la otra afirmaba, y que solo en estos casos se quedaba hasta que acababan por el tema de las votaciones. Vaya contradicción, no ve programas o películas por la noche porque acaban tarde y sin embargo hace una excepción con Operación Triunfo, con esto ratifico que la sociedad está muy mal.

¿Qué puedo hacer yo para no escuchar semejantes conversaciones? Supongo que no puedo evadirme de la realidad que se vive en la calle y es bueno conocer lo que la gente consume. Pero también es cierto que las ganas de entrar en las conversaciones son muy grandes y decir a algunas personas que Operación Triunfo es una mierda y que los chicos y chicas que cantan son sólo un producto para que te enganches a la tele y luego compres sus productos. Además musicalmente son también una castaña, pero evidentemente como producto van a realizar un marketing dirigido a la mayoría de la gente, y para ello van a cantar un tipo de canciones orientadas a ello, en definitiva, la misma música que puedes escuchar en los 40 principales o en casi todas las discotecas de España.

La próxima vez que escuche una conversación de este tipo o me tapo los oídos o me pongo a cantar alguna canción de los discos que aparecen en la siguiente página. Esto sí que son cantantes. Y cómo no, este programita no sólo va dirigido a los adultos sino también a los niños que quedan enganchado por la mediocridad de los intérpretes. Con lo bonito que sería comprarles discos dirigidos a ellos.

Lo peor de todo es que cada vez abundan más este tipo de programas y series de ínfima calidad dirigidas a todo tipo de personas y edades. Por ejemplo el otro día vi a un compañero viendo “Pasión de Gavilanes” que por supuesto rápidamente cambió para que no le dijésemos nada. Pero si no pasa nada si te gusta, estás dentro de la mediocridad de la mayoría de ciudadanos de este país, es normal.