Hoy me voy de boda

¿Sabéis que Farruquito se ha casado? Pues sí, a pesar de la cantidad de dinero que ha tenido que desembolsar para no casarse en la cárcel, lo ha hecho a lo grande en Sevilla. Y cómo no, ha sido una noticia seguida por toda la prensa, puesto que es un gran acontecimiento cultural (como lo estáis viendo, está dentro de la sección de cultura). En este sentido considero que una actuación suya es un acto cultural pero ¿una boda?, sí, te casas debido a la cultura que te han inculcado, pero ni muchísimo menos es algo cultural, y porque no sepa que se ha casado voy a ser todavía más inculto.

Además las bodas me parecen algo demasiado hortera y en las cuales no me siento del todo cómodo. En primer lugar voy disfrazado, en segundo lugar no creo en Dios con lo cual la ceremonia me parece una obra de teatro mala, en tercer lugar solo te dejan tirar arroz a los novios, en cuarto lugar en el banquete sobra comida por todos lados (con la cantidad de niños que hay que no tienen comida), y en quinto lugar tienes que escuchar la música de todas las bodas y ver bailar a la gente mayor, mientras tu estás en un rincón con una copa.

Lo cierto es que tampoco es lo mismo una boda familiar que una boda en la que se casa un amigo. Si por mi fuera no iría a ninguna de las primeras pero tienes que ir casi obligado, en cuanto a las segundas te sientes un poco más liberado porque no conoces a la mayoría y te da igual lo que piensen de ti, y los colegas te han visto en peores estados en caso de emborracharte.

Lo cierto es que, como en muchas cosas, a veces pienso que soy un bicho raro porque he escuchado la siguiente conversación, y al parecer es algo habitual:

- Oye tía, qué tienes pensado hacer el finde.
- Pues me voy de boda.
- Pues a ver si quedamos algún finde para tomarnos algo y bailar un poco.
- Es que ya no salgo de copas, ahora me voy de bodas.

Seguro que ésta es una de las que estuvieron en el banquete de Farruquito y entraron en la cocina a dar buena cuenta de la comida.