El mundo es una caca

El dinero en el mundo está fatal distribuido, unos tienen mucho mientras que otros no disponen de apenas para sobrevivir. Algo similar ocurre con las cacas, hay muchas personas que tienen una vida intestinal increíble yendo a cagar habitualmente dos veces al día, mientras que otros lo hacen una vez a la semana si tienen suerte. Así los últimos darían lo que fuera por poder echar al menos un tordo cada día, pero mientras sale para afuera tienen que sentirlo en su tripita, sintiendo como crece y se desarrolla, como el caso de una mujer embarazada.

Además debido a la variedad de gente en el mundo, de la dieta que lleva, etc. los tipos de cacas son muy diferentes, la caca fantasma, la caca perfecta, la caca húmeda, la caca explosiva, la caca splash, la caca sorpresita, la caca ritual, la caca mosca, y así muchas más. Al final cada uno tiene varios tipos de chorchas y ya sabe cual va a tener según las circunstancias, aunque lo importante, como todo, es meterla en el agujerito del váter.

Y al final hay gente que le sobra el dinero y puede permitirse lujos que la mayoría no podemos hacerlo, y se compra aparatitos relacionados con el cagar. Así por ejemplo adquieren un apoyapies para esos momentos, porque al parecer te ayuda a tener un perfecto ángulo del cuerpo y alineamiento para eliminar toda la mierda por completo. Otros son muy exquisitos a la hora de limpiarse el culo, y prefieren hacerlo con un papel con bonitos motivos; o simplemente se quieren dar un gustazo y limpiarse el trasero con la cara de su jefa, y si te cabreas con ella puedes decirla: “Pues que sepas que me limpio el culo con tu cara, so guarra”.

Pero algunos van más lejos y sienten tanta devoción y placer por el proceso mismo, que hasta intentan inculcárselo a sus hijos desde pequeño comprándoles muñecos. Pero lo que realmente es importante, como dije antes, es que todos tengamos las mismas oportunidades de visitar al señor váter, y no unos más que otros.