La oscuridad se había apoderado de la ciudad, el silencio en la calle era inquietante, parecía extraño que ni si quiera los pasos de una persona rompieran aquel ambiente turbador. Mientras tanto, yo disfrutaba de una buena película del oeste sentado en mi cómodo y acogedor sillón, comprado recientemente a mitad de precio en una tienda que los estaba liquidando por cierre de negocio.
En cambio no podía decir lo mismo de la televisión, un cacharro que tardaba un buen rato en encenderse y que mientras se calentaba se apagaba constantemente. El protagonista de la película, un tal Jimmy, estaba pegando tiros hacia unas rocas, detrás de las cuales se encontraba el malo, un tío con barba cerrada y sombrero al más puro estilo del oeste. De repente escuché un disparo que sonó con una potencia tremenda, más que el disparo de una pistola parecía el estallido de un cañón. Joder - pensé – las dos hostias que le he arreado a la tele para que se encendiera han servido de algo, la he transformado en un home cinema. Pero al rato escuché otro boom, y en este caso no coincidió con un disparo de Jimmy ni del ladrón de barba cerrada. Empezaba a tener sueño y lo mismo mi pérdida de concentración me había jugado una mala pasada, o eso o ahora la dichosa tele emitía las imágenes antes que el sonido; eso sí, el sonido seguía siendo de lo más real.
A los pocos segundos escuché otro boom, esta vez ya con mis sentidos alerta, concluí que estas explosiones no procedían de mi vetusta televisión sino del exterior. Hacía calor y tenía abiertas las ventanas de par en par, también la puerta de la terraza, hacia la que salí para observar si se estaba produciendo algo extraño allí fuera. La calle seguía desierta, ni si quiera se veía pasar un coche, me quedé allí un buen rato esperando algún acontecimiento hasta que una deflagración en el cielo me hizo levantar la vista. Así que era eso: fuegos artificiales un tanto pobres. Bueno, más bien sólo uno que emitió una luz anaranjada al explotar, produciendo un efecto para nada espectacular. ¿Pero dónde sería fiesta?, que yo supiera en mi ciudad no podía ser y en los alrededores tampoco me sonaba. Quizás era un grupo de jóvenes que se habían hecho con un arsenal de fuegos artificiales y estaban quemando su artillería, con la excusa de celebrar el inminente matrimonio de alguno de ellos.
16 comentarios:
En estas fechas es muy tipico dar por culo con los petarditos.
chauuuuuuuuu
y que mas... jo...qué másss
Vete tu a saber de dónde venian los fuegos... aqui cada dos por tres te sueltan una traca de esas y se quedan tan frescos... Q gana el valencia, petardazo, q se casa la vecina, tranquazo... asi to el dia hijo.
d epetardos esta el mundo lleno... (aqui cada uno barre pa casa)..
buen escrito
Uys!! Ya me pensaba yo que se habian cargado a alguien en el portal! jaja!!
Bueno y como sigue!!! Para cuando la siguiente???? ^^
¡Ostras! Y... ¿qué era, qué era?
Un saludo!
Coche bomba!!! coche bomba!!!
No sé porque me da a mí que no van a ser unos inocentes fuegos artificiales, jajaja...
Muuuuuuacks!
Eso por darle hostias a la tele ahora fijo que llega Jhon Wayne y se lia con su rifle.
To be continued...
interesante relato...a ver por donde discurre el siguiente "episodio" Saúdos
eso me pasa a mí en san juan, qué coñazo con los petardos, 15 días antes se lían dale que te pego.
Uuuuhhh, cuando especificas tanto que debía ser un grupito celebrando la boda de alguno, es que algo sabes... o eso, o en tu pueblo es habitual celebrarlo así, porque en el mio de petardos nada. En todo caso los disfrázamos de romanos y los paseamos rambla arriba y abajo. Más divertido para todos!!! :) Buen método lo de darle golpes a la tele. No se si funcionará pero quedará advertida!!!!
Los oportunistas de la noche a veces quieren una película para sí mismos, y aunque suene muy cruel y violento a veces dan ganas de bajar y empezar a tiros.
Esto no ha sido ahora, no? Un calor que te cagas y las ventanas abiertas?
yo estoy estudiando oposiciones en VALENCIA, y vivo al lado de Mestalla. Se de lo que hablas cuando dices ruido y petardos.
Saludos
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