
Pero lo mejor de este personaje es su chulería y desvergonzada actitud a la hora de dirigirse a las mujeres. El otro día llega y antes de llevarse unos bultos le pregunta a mi compañero Rubén si puede pasar al baño, “claro” le contesta este. Sale de mear y le dice antes de marcharse:
- Está buena la rubia esa que se sienta a la derecha.
- Sí, sí – le responde mi compañero pensando que aquel repartidor es un poco gilipollas.
Yo no voy a un centro de trabajo pensando en ligar, pero mucho menos se lo comento a alguien a quien conozco desde hace un mes al que solo le entrego y recojo los paquetes que me da. No sé, a lo mejor es que el rarito soy yo, el caso es que aquí no queda la cosa, el lunes al marcharse le volvió a hacer otro comentario a Rubén:
- Oye, joer qué buena está la chica morena que está sola en el despacho.
Rubén no responde, se queda flipado y sin palabras. Aunque lo mejor de todo estaba por llegar, ayer mismo le pide el chulito molón a mi compi que le eche una mano para subir unos cuantos paquetes. Así que allí bajan los dos y ya en la calle mientras sacan las cajas de la furgoneta pasan dos chicas bastante guapas:
- ¡¡¡Ehhhhh rubias!!! – grita el de las gafas de sol, aunque con poco éxito porque no le hacen ni puto caso –. ¡¡¡Ehhhh rubias!!! – vuelve a gritar.
Ante tanta insistencia ambas se dan la vuelta y él señalándose a si mismo las dice:
- ¡¡¡Soltero!!!.
Ellas se quedaron alucinadas preguntándose de qué iba aquél esperpento. Pero ahí no iba a quedar la cosa porque aún tenía que pronunciar la última frase para que las pobres chicas salieran huyendo:
- ¡¡¡Pero por alguna de vosotras perdería la soltería!!!.
La verdad es que me parece un poco lamentable y por cosas como esta me alegro de no saber ligar, al menos no de la forma que la hace este chaval.