Julián en fiestas

Ya os hablé de Julián en un post anterior y prometí contar una anécdota sobre él, allá voy. Como buen juerguista le gustan las fiestas, se va con sus amiguetes y se pilla sus buenos pedos con un unos calimochos fresquitos y bien hechos. En eso que están ya tambaleándose y aparece por allí una chica a la que conoce uno de sus amigos y con la que ha estado liada alguna vez, ya sabéis polvete y tan amigos. Según palabras de Julián esta tía es un puta y se va con todos, de hecho su novio la dejó porque se tiraba a cualquiera incluso estando con él.

Llegó la chica esta y se unió un rato al grupo a beber con ellos y bailar un ratejo, y claro el bueno de nuestro Julián no paraba de verla mover el culete y se empezó a poner malo. Así que como iba borracho empezó a enlazar una serie de ideas: esta tía se va con todos, yo me quiero estrenar, me estoy poniendo cachondísimo y encima está aquí al lado mío. ¿Y qué se le ocurrió a Julián? Pues sí, se puso delante de ella, se armó de valor y le dijo lo que estaba pensando: "Oye tía, ¿me la quieres chupar?". Pero el resultado no fue el esperado por él porque ella ante semejante pregunta le arreó una hostia que le mandó las gafas a tres metros.

Esto es lo que nos contó Julián al día siguiente del suceso con un esparadrapo en la patilla derecha de sus gafas, pero no le daba importancia al tema porque según él quien más salió perdiendo fue la chica que se quedó con las ganas de chupar una buena polla. Bueno siempre le quedará el calimocho y su mano derecha.