El enfermo fue el nombre que le dimos a un personaje que pasaba la mayor parte de su tiempo sentado en una silla de la terraza de un apartamento, situado en el edificio de entrente al que yo estuve durante las vacaciones. El enfermo, de estatura media, delgado, con el pelo negro, tendría unos treinta y muchos años, se encontraba con su padre, el cual rondaría los sesenta y tantos. Cada vez que me asomaba a la ventana los veíamos, así que día tras día nos fuimos montando una peli en torno a ellos dos.
La cosa comenzó cuando vimos al enfermo sentado en su silla con vaqueros y chaqueta de chándal con treinta y pico grados, así le solíamos ver, sentado mirando al infinito, con la mirada perdida, sin hacer nada más…, por lo que concluimos que debía estar enfermo. Poco a poco la bola se fue haciendo más grande y la historia creció según íbamos descubriendo nuevos detalles. Seguramente el padre había ido con su hijo enfermo a la playa porque el cambio de aires sería beneficioso para él. Mientras el enfermo tenía los ojos fijos en ningún sitio, el padre tenía la mirada cansada, como si tuviera que llevar una pesada carga a sus espaldas. Por la noche le veíamos sentado en la terraza, con una pequeña radio en la oreja, reflexionando quizás sobre el sentido de la vida o sobre la existencia o no de un ser superior creador del universo, concluyendo probablemente que si existía era un hijo de puta con todas las letras.
Pero nuestras fantasías (o no) llegaron aún más lejos. Probablemente el mórbido tenía alguna enfermedad mental, eso explicaría por qué era el único apartamento con rejas en las ventanas. Pero el hecho definitivo que nos llevó a pensar que el hombre tenía problemas mentales fue cuando le vimos fumando un cigarrillo detrás de otro (literal), mientras constantemente bebía algún líquido de una pequeña regadera verde a la que había quitado la pieza con los agujerillos pequeños.
Conclusión: soy un cotillo y un peliculero, pero no hay duda de que el enfermo estaba como una regadera.
28 comentarios:
Un nuevo seguidor del blog que te lee con avidez y DEPRISA, jeje. Un saludo.
Bueno, al menos el pobre hombre contribuyó a incrementar tu espíritu creativo... o no jaja
juer Chasky ¡vaya chaskymundo que te puebla la cabeza!
y lo bueno es que yo (también) apuesto lo que sea a que acertaste con la (triste) vida de 'el enfermo' O__O
un besooo
Lo de la regadera creo que me ha marcado!!!!
Pobre hombre!!!
Besotes
Ay, pobre. Y vosotros tenéis mucha imaginación pero mira, probablemente acertásteis. xD
La verdad es que hay un submundo de gente muy extraña y es curioso observarla.
Un abrazo, Chasky!!!
Chafardero eres un rato, si, jajaja...
Ya te digo, si es que le teníamos controlado al pobre, todo el rato estábamos cotilleando a ver qué estaba haciendo.
Salvando distancias, em has recordado a la ventana indiscreta...
Besicos
Os imagino asomados a la ventana comiendo palomitas y proponiendo hipótesis xD
Cotilloooooooooo!!!!!!
es otra forma de pasar las vacas
tus vacaciones bien no??
jajajjaja
ni de descanso descansas...
Todos nos hemos montado así películas así en algún momento de nuestra vida...
Besotes
Pero esto es el guion de la ventana indiscreta, casi.
No es malo dejar volar la imaginación...
Lo del cotillo lo has dicho tú eh? jaja pero vamos no vas desencaminado si a las pruebas recogidas nos remitimos. Me ha quedado de CSI
me encanta imaginar la vda de los otros ponerles nombres jajaja
Hola Chasky, encantada de volver a leerte. Ya me he puesto al día con tu blog, ¡menudo el peque de la playa destruyendo castillos..!
En cuanto al enfermo, me dá lástima, pobre hombre, que injusta es a veces la vida...
Me alegro que hayas descansado.
Un besazo enorme, muackkks.
Es bueno para la mente, y la imaginación, montarse dichas peliculas.
Saludos!
Yo creo que le habían obligado a ir de vacaciones y estaba amargao
Pues seguramente no ibais desencaminados, igual era un esquizofrénico, quien sabe. No me extraña que os llamara la atención, creo que a mí me habría pasado lo mismo.
Me alegra comprobar que tus vacaciones dieron mucho de sí :-)
Besos felinos.
es una pena que a gente le pase eso
y es bueno que gente como tu lo cuente por cierto buena imaginacion
besos
jejeje, un poco mas y es un asesino como el de la ventana indiscreta jejeje
Es que cuando vas de vacaciones a algún sitio siempre te encuentras con el último elemento humano que te podrías imaginar. Eso es una ley fija de las vacaciones.
Valla imaginación.Creasteis toda una pelicula con ellos.
Ostras, te encuentras con gente muy rara, cada vez que te vas de vacaciones...
Pues sí que estaba como una regadera, sí, jajaja. Pobrecillo...
Pues sí que sois peliculeros, sí xD. En fin, pobre hombre.
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