Aquel trabajo en China

Recuerdo aquella época en mi China natal en la que trabajaba de cualquier cosa, pero uno de los sitios que peor recuerdo era aquel restaurante en el que te podían hostiar los clientes. Aquí sé que suena muy fuerte pero allí es algo normal, los clientes pagan unos dineros y tienen derecho a pegar a los camareros e incluso elegir como quieren que vayan vestidos.

Es cierto que teníamos un entrenamiento para soportar los golpes pero yo me lo saltaba, prefería estar en el bar de la esquina, también es verdad que llevábamos protección pero aún así llegaba a casa con el cuerpo destrozado. Por ejemplo un día un tío se enfadó tanto conmigo porque le serví la sopa con un pelo que se me cayó del sobaco que sacó un bate de beisbol y me bateo unas cuantas veces.

Y encima el local está siempre lleno, qué hijo puta era el Wu (el jefe), nosotros recibiendo un montón de hostias y el recibiendo un montón de dinero, estará forrado el cabrón. Pero bueno, también es cierto que se me quedó este cuerpazo perfecto para aguantar aquellos golpes, joder mira que estoy bueno y como se me marcan los abdominales.

Fuente noticia: IBLNEWS.