martes, 17 de agosto de 2010

Perfumando el metro por la mañana


Con esto del calor es casi inevitable que alguna gente huela pocha en el metro después de currar, algunos no tienen la suerte de trabajar con aire acondicionado así que hasta cierto punto es comprensible. Lo que ya no es tan comprensible es que a las 7:30 de la mañana la gente vaya oliendo mal pero ocurre, vaya si ocurre, ¿dónde? Lo habéis adivinado, en el metro.

Sí, porque el metro es un lugar mágico donde todo puede ocurrir. Estas últimas noches tampoco ha hecho tanto calor, pero si sudas por lo que sea la solución por la mañana para eliminar ese sudor es bien sencilla, aunque algunos no la deben conocer. Y lo peor de todo, no la deben conocer durante días a juzgar por lo visto esta mañana.

No hay nada como una buena ducha para empezar la mañana

Un tío cerca de mí yendo a currar, de unos cincuenta años, con bigote, pelo peinado patrás, bien sujeto sin necesidad de gomina, oliendo a colonia rancia o colonia buena mezclada con perfume personal de varios días. Pero lo que ya me mató fue cuando me fijé en su cuello, donde entre sus pliegues guardaba la mayor reserva mundial de roña. Si se demostrara que la roña es un magnífico combustible, este hombre se forraría.

17 comentarios:

Maitasun dijo...

Joooooooooooooo, que asquito!!!!!!!!!!!!!!! Es que este tipo de cosas que nos cuentas, demuestran lo guarra que es la gente..... Jolin, que yo creo que el aseo personal es primordial....

Eso si, lo que me parece flipante, es que al pavo (o en general a la gente así)nadie en sus casas les diga nada... Lo dicho, flipante!!!!!!!

Besotes

Inagotable dijo...

Hay gente que por naturaleza tiene un olor corporal fuerte, otros que sudan a mares pero lo de este hombre...es muy diferente.

en las nubes dijo...

No se si me da mas asquillo los olores o que te rocen cuando estan empapados de sudor aagghh!

Winnie dijo...

Es tremendo....es cuestión de educación...¡metro en verano....horror! Un besote Chasky

Pablo dijo...

¡No, no, noo! Ahora no me puedo quitar la imagen de la cabeza...

Jordi dijo...

Seguro que es una estrategia para estar anchos en el metro y que no les empujen.

Belén dijo...

Háblale de los desodorantes de alumbre.. manica de santo

Besicos

Anónimo dijo...

jajajaja vaya tela. este post ya lo habías escrito, bueno uno sobre gente ke huele mal en el metro siendo bien temprano. Te diría que te compraras un coche, pero es que me lo paso tan bien leyendo tus peripecias metrenses ajajaa es como un universo paralelo.

yo suelo ducharme por la noche, pero vamos ke pal caso lo importante es ducharse, ya sea de noche o por la mañana. Con lo exótico que me parece a mí el metro, se me quitan las ganas de cogerlo leyéndote jaja....

besos roñosos

Yo dijo...

Hay que enseñar esto desde pequeño,lo de ducharse todos los días, usar desodorante y cambiarse la ropa, sobre todo la ropa interiro, de nada sirve ducharse y ponerse la misma ropa sudada.

un besito

Pio dijo...

Ay mare! la gente tiene mucha alergía al agua y tú la mala suerte de cruzartelos. También hay que añadir el bus, eso si es matador si el camino es largo y tu acompañante no conoce el jabón XD

Besets

Lara dijo...

A primera hora y en esas condiciones es porque el tío era un guarro, no hay duda.

Anónimo dijo...

jajajajaja

En patcity no hay metro, pero pasa hasta por la calle

Tendrían que poner un cartel en le metro: "Si te canta el ala, vete a operación truño"

Saludcis Chas!!!

Laque dijo...

En mi ciudad no hay metro y tampoco cojo el autobús donde podrían darse casos similares. Pero no hace falta un lugar cerrado para "aspirar" estos malos olores, a veces pasa a tu lado alguien que deja rastro y no es Jacks. Ahh, y las temperaturas tampoco son altas que estoy en el norte.

Besos.

Otoño dijo...

te puedes creer que aún no he montado en metro ni un solo día este verano???? qué fuerte!!

Capazorros dijo...

A lo mejor es que trabaja en el turno de noche, o no.

Bocaseca woman dijo...

Aghhhh.... la grasa del cuello!! Eso me recuerda un día en el que mi amigo decidió ponerse una bata que le prestó un conocido para el laboratorio, porque se le había olvidado la suya. Tenía el cuello y los sobacos amarillos amarillos. Para soportarlo, se la puso del revés, cosa que era aún más grotesca, pero que al menos le aseguraría que no le saliera ningún sarpullido en el cuello.

Nacho Rodríguez dijo...

Joder, vaya asco, cómo puede haber gente así.