domingo, 11 de noviembre de 2007

La Fiesta de la Manzana

Chimi y Chomo iban correteando en busca de manzanas, era un día espléndido, la luz del sol se adentraba entre los huecos que dejaban las hojas de los árboles creando una atmósfera mágica en el suelo del bosque.

- Seguro que encuentro la mejor manzana para la Fiesta de la Manzana - le dijo Chimi a Chomo.
- Creo que este año va a estar difícil encontrar buenas manzanas, me han contado que hay una plaga de gusanos - le contestó Chomo.
- Seguro que no tenemos problemas en encontrar buenas manzanas, no te preocupes - añadió Chimi soltando una estruendosa carcajada.

Chimi y Chomo eran dos buenos amigos aunque bastante diferentes. Chimi era un ratoncito de color blanco, con un pelo brillante y hermoso que cuidaba constantemente, de hecho era extraño no verle acicalándose a base de precisos lametones. Sin duda era uno de los ratones de la zona que más hijos podría tener puesto que casi todas las ratoncitas del lugar estaban loquitas por él. En cambio Chomo era lo opuesto a su amigo, su pelo grisacio y apagado no tenía demasiada buena pinta, además sus enormes orejas eran un buen objetivo para los insultos de sus vecinos. Pero a él le daba igual, ya estaba acostumbrado a ello y gracias a sus enormes orejas le entraban facilmente los insultos por una y le salían por la otra a gran velocidad.

Seguro que este año lograban ganar el concurso puesto que Chimi hacía unos meses había encontrado una zona de manzanos que seguro nadie conocía, además recuerda que se veían muy apetecibles las manzanas colgando del árbol. Pero mientras iban hacia el lugar que Chimi había hallado Chomo vio una manzana:

- Espera Chimi, he visto una manzana - le dijo Chomo a su amigo.
- Pero si donde vamos tendrás un montón - le señaló Chimi.
- Ya, pero recuerdo que cuando era pequeño estos árboles daban las manzanas más dulces que he comido.

Y acercándose a la manzana contempló que no tenía muy buen aspecto, aún así Chomo no se dejó llevar por las apariencias y entregándose a la intuinción le dijo a Chimi que aquella iba a ser la manzana que presentara al concurso.

- ¿Pero cómo vas a presentar eso? Si tiene la piel con manchas y nada tersa.
- Pues no lo sé, pero me ha parecido hermosa, aún con sus defectos.
- Tú mismo - concluyó Chimi pensando que su amigo era más raro que un perro verde.

Chomo escondió la manzana tapándola con hojas que había alrededor para acompañar a su amigo al lugar que decía. Y así llegaron a los 10 minutos, encontraron algunas manzanas, no demasiadas y las que había estaban ya podridas, todas menos dos, eran manzanas rojas de un aspecto muy saludable, la piel era tersa, dura, brillante y muy apetecible. Eran el tipo de manzanan que Chimi había tenido en mente desde un principio así que en cuanto las vio dijo:

- ¡Una de esta será la manzana ganadora en el concurso!, yo voy a coger esta, coge tú la otra - le dijo dirigiéndose a Chomo.
- No sé Chimi, la verdad es que tiene muy buena pinta pero a mi me gustó la que vi antes, creo que me voy a quedar con la que tengo escondida - señaló Chomo.
- Jjajajaj, pero ¿cómo piensas ganar con aquella manzana?, cada día estás peor de la cabeza - dijo Chomo sintiendo un poco de lástima por su amigo, sin duda las neuronas estaban abandonando su cerebro por sus orejotas, sonriendo tras este pensamiento.
- Pues a lo mejor estoy mal de la cabezota pero la manzana que vi será la que presente al concurso - dijo Chomo muy serio medio enfurruñado.

El día siguiente se presentaron en el punto de todos los años los participantes en el concurso de la Gran Fiesta de la Manzana. Como había pronosticado Chomo, había sido complicado encontrar manzanas puesto que el número de concursantes era bastante inferior al de otros años; y al darse cuenta de ello Chimi se puso la mar de contento porque sin duda no tendría rival con su hermosa fruta. Los jueces tomaron nota una a una de cada una de las manzanas, el primer criterio valorable era el aspecto exterior y cómo no, la manzana de Chimi obtuvo la máxima nota, un 10; en el otro extremo se encontraba la de Chomo, con un 1 parecía que las posibilidades de victoria se esfumaban.

- Jjajajaj, mira que te dije que cogieras la manzana que te ofrecí, ahora tendrías posibilidades de ganar - le dijo Chimi a Chomo.
- Tal vez tengas razón pero aún queda la valoración del sabor de la manzana - respondió Chomo, aunque sabía que sus posibilidades de victoria eran casi nulas.
- Eres la monda Chomo, si algo bueno tienes es el optimismo, pero me parece a mi que esta vez la victoria no se me escapa.

Y así fue como los jueces comenzaron a abrir una a una las manzanas, el orden comenzaría por la fruta que menos nota sacó en la prueba del aspecto y esa era la del bueno de Chomo. Se abrió la manzana por la mitad y se cortó en 8 pedazos, uno para cada juez, al primer mordisco les cambió la cara, la manzana que por fuera parecía un poco pachucha por dentro tenía una pulpa firme, muy dulce y tremendamente jugosa, quizás la mejor manzana que nunca habían probado. La nota no podía ser menos que un 10. Todos los demás participantes se quedaron alucinados, no podían creer que aquella manzana guardara en su interior algo tan delicioso. Aún así no peligraban sus posibilidades de victoria porque el 1 que Chomo había recibido en el primer criterio de valoración le eliminaban de entre los favoritos.

A continuación se abrieron el resto de las manzanas y ante el asombro de los vecinos y participantes cada fruta contenía varios gusanos blancos, era algo kafkiano, en un momento hubo presentes más gusanos que ratoncitos. Ya sólo quedaba la manzana de Chimi por abrir y como había ocurrido con el resto, en el interior había toda una familia de gusanos poniéndose morados de comida. En ese preciso momento se hizo el silencio, aquella había sido la peor Fiesta de la Manzana que jamás se había celebrado, la peor para todos excepto para un ratoncito, Chomo, que sin duda era el más feliz del mundo. Todos obtuvieron un cero patatero en la segunda calificación, así pues el ganador era Chomo; fue agasajado con medio queso de Cabrales y un dedal de sidra que le supieron a gloria, pero lo mejor fue el respeto que se ganó de todos y cada uno de los ratoncitos allí presentes que reconocieron su merecida victoria.

32 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay un refrán británico que dice:

"An apple on a day, take the doctor away".

Homeronica dijo...

La historia nos deja un mensaje claro. No dejarse llevar por las apariencias. Abrazos. H.

Homeronica dijo...

Puff: llueve y hace frío en mi tierra. H.

EnLaOscuridadDeLaNoche dijo...

Mola el cuentecín :-)
Menos mal que hay Chomos que si no... ¡qué desperdicio de sabrosas manzanas!
Un beso.

Bego dijo...

Igual q Chomo, q por dentro era bello.
Cada uno puede enamorarse de un aspecto diferente y estar seguro de como será su interior.

Y tu como eres Chasky?

Anónimo dijo...

Demuestra que las apariencias engañan, que buena la sidrina
bessos

Anónimo dijo...

Lo mejor, sin duda, la sidra :).

Bonito cuento... fábula... o lo que sea ;).


Un beso.

Anónimo dijo...

ay las apariencias!!! por cierto...chimi y chomo? nombrecitos inventados? jejejeje. me resultaron muy graciosos

rake dijo...

Que chula la historieta! Me ha encantado! Aunque al final te has hecho un pequeño lio con los nombres no?? jaja!
besillos!

Mi arma dijo...

Las apariencias engañan.....
Chimi y chomo ?????ja ja ja
Bueno un saludito desde Barcelona
pasate por casa tienes deberes Un saludito

Mi arma dijo...

los deberes son una nominacion a un meme...ta tocao.

Agata dijo...

Me gustan los hombres que escriben así.
Una del club de fans.

Anónimo dijo...

Eso está bien, hay que fiarse de la belleza interior y no quedarse sólo en el exterior, pero una duda, si no había manzanas y estaban todas podres ¿de dónde sacaron la sidra? ¿y la receta del queso de cabrales? ¿puede un ratón ordeñar? ¿y mallar manzana para hacer sidra? ¿...y hablar....? Porque mi hamster no dice ni Pamplona,es poco sociable, pero por lo menos podía dar los buenos días

Lara dijo...

Y es que que sea fea por fuera no quiere decir que no sea deliciosa por dentro. Me ha encantado el post ;)
Besos de una fan.

Anónimo dijo...

muy chulo el cuentico, chimi chomo... estos nombres te los has inventao?

Chasky dijo...

Bego: Yo creo que soy mitad Chimi y mitad Chomo.

Rake: Sí, ya me he dado cuenta, lo acabo de cambiar.

Mi arma: A ver qué meme me has encasquetado, por cierto gracias por pasarte por mi blog.

Cuernos de Moisés:
- La sidra la sacaron de las bodegas que tienen escondidas en los huecos de los troncos de los árboles.
- La receta del cabrales la aprendieron de un artículo que leyeron en la revista Cocina para ratones.
- En cuanto a los pasos para hacer la sidra y el cabrales recurren a los poderes de Superratón.
- Los ratones hablan en idioma ratón pero yo he hecho una traducción aproximada.

Aiyana: Sip, los nombres y toda la historia ha sido producto de mi neurona.

Anónimo dijo...

en el fondo la mayoria de las veces nos dejamos llevar por las apariencias sin pensar en lo que nos estamos perdiendo! un lujazo de cuento!
besitos

carmncitta dijo...

Me ha gustado mucho la moraleja del cuento :D Y es que no podemos juzgar a las personas por el exterior sin conocer nada más.

Chasky dijo...

Cuando empecé a escribirlo creía que me iba a quedar de otra manera pero al final parece un cuento para niños.

Y esta vez no os podéis quejar de que el final no sea feliz.

Yamil dijo...

Has inventado una fábula!
He aprendido que un feo puede ganar cosas ^_^ XDDD
Un abrazo!

Anónimo dijo...

Es una historia increiblemente buena para contar a los pequeñajos. Pero desde que se menciona la fealdad de chomo queda bien claro el final. Juro que esperé un palo o alguna cabronada hacia el pobre chomo. Aunque reconozco que el premio no era usual.

¡Más vale comer tronchos de hinojos, que verle a la Tororó los ojos! (Gran fábula de mi infancia)

kabukimen dijo...

Buen relato tio

kabukimen dijo...

y por cierto me encantan los nombrecillos

Chasky dijo...

Joder por fin he llegado a casa después de un asqueroso lunes de trabajo, qué poco me gusta currar.

Anónimo dijo...

oyeeee que quedamos en que ibas a ser trabajador jaja

Chasky dijo...

Anda que no lo soy, una cosa es que sea trabajador y otra que me guste currar.

Llevo fatal esto de que te digan que tienes que hacer un informe a las 12 de la mañana para el mismo día, eso mientras tienes que hacer otras cuantas historias.

Ain a ver si me jubilo pronto.

Anónimo dijo...

joder y yo presentando peras al concurso, claro asi no gano nunca...

clipper dijo...

jajaja muy bonita la historia^^ Me gusta que haya ganado Chomo, es una buena moraleja, me gusta ^^

Ricardo Astrauskas dijo...

no se, como que suponia el final

Anónimo dijo...

Si llego yo a saber esto antes pongo al hamster a pañar manzana, que con lo cachas que está de tanto darle a la rueda no había tardado nada, y yo a tumbarme en el prau.
Me voy a poner ahora mismo a buscar esos huecos de los árboles de los que me hablas. Tus amigos los ratones te van a odiar por habernos contado el secreto, ¡¡les vamos a saquear las bodegas de sidra !!!

Lu dijo...

con esos nombres me recuerdan a Chip y Chop... :)

Eva dijo...

Que historia más bonita, yo quiero un chomomito, que encanto de ratoncillo. Es curioso el encanto que puede tener el mero hecho de ser simple, a veces llega a ser lo más hermoso.