miércoles, 31 de octubre de 2007

El hombre verdura

Madrid. Año 2.165

En una inmunda, agobiante y hedionda ciudad existía un hombre autosuficiente que no necesitaba de nada ni de nadie para sobrevivir. ¿Era un ser producto de una mutación o bien se trataba de una evolución superior del ser humano?

La característica más significativa de dicho hombre era que él mismo producía sus propios alimentos: en las orejas criaba patatas, en los sobacos recogía unas setas supernutritivas, en el ombligo tenía unos estupendos brotes de soja; y así, dependiendo de la fecha del año, disponía de gran cantidad de alimentos que le reportaban la energía necesaria para vivir sin tener que comprar nada. Además, del pelo le salía un montón de hojas a modo de enredadera cubríendole por completo, de esa manera estaba fresquito en verano y resguardado de las temperaturas más frías en invierno. De todas formas no era del todo cierto que no necesitara nada para sobrevivir, precisaba una serie de conocimientos para mantenerse sano y fértil, información que encontraba en libros.

Necesitaba en primer lugar saber cuáles eran las mejores fechas para el cultivo de una determinada planta, buscó información sobre abonos naturales para experimentar sobre su cuerpo, en definitiva precisaba conocer cómo mejorar su cosecha. Pero por otro lado también era preciso cultivarse en otro sentido, debía adquirir conocimientos que le permitiesen enfrentarse al mundo exterior, ya que desde temprana edad había arrostrado numerosos ataques por ser distinto. Y la mejor manera de defenderse de ellos era sabiendo dialogar, poniendo sobre la mesa argumentos irrefutables que tumbaran cualquier razonamiento adverso. El problema es que por muchos argumentos sin discusión que utilizara al final sus detractores anteponían su mayor número a la verdad.

Así pues, lo más urgente en aquel momento era esparcir sus genes, lograr que en unos años existiese un número mayor de seres independientes en cuanto a recursos materiales se refiere e independientes en la forma de pensar. Gracias a la investigación que llevaba realizando durante 10 años aquel hombre verde logró encontrar una forma para que la mayoría de los niños que nacieran lo hicieran portando su gen mutado. Lo único que debía lograr es que los hombres ingirieran unas esporas, las cuales dentro del organismo humano se adherían a los espermatozoides modificando su estructura.

Y como el hombre verdura había predicho llegó el momento en el que fue transladado a la fuerza a un recinto de seguridad en donde no volvió a ver la luz jamás; aún así no le importaba, ya había logrado expandirse aunque nadie lo supiera. En aquel momento el gen defectuoso estaría presente en el cuerpo de cientos de humanos, la naturaleza se encargaría de hacer el resto extendiendo a este nuevo ser humano autosuficiente.

38 comentarios:

peterpanpais dijo...

El hombre verdura? Yo soy la mujer ternura, voy expandir mis esporas y que mi alrededor se contagie.
Un beso

Bego dijo...

Es q sabes q? le faltaba alguien q se acercase a regarle, a cantarle, a contarle las penas y quitarle las hojas secas.

Si ser autosuficiente es no tener a alguien cerca ... quien quiere serlo!

EnLaOscuridadDeLaNoche dijo...

Ser independiente sí. Ser autosuficiente sí. Tener pensamiento propio desde luego. Pero no necesitar a nadie... prescindir de los demás... eso no... perderíamos nuestra humanidad... No hay nada comparable con el contacto humano... con el buen contacto humano.
Besos

Chasky dijo...

¿Y si en realidad la gente percibe el peligro que puede tener este ser para la sociedad que conocen? Sería el fin del capitalismo y de la sociedad de consumo.

Anónimo dijo...

O quizá simplemente podía cultivar por culpa de poca higiene... perdonen lo poco fino de mi idea pero resuta que conocí una especie de místico (hippie de toda la vida) al que le crecía moho en la espalda.

clipper dijo...

Hombre..a mi no me gustaria ser una chica-verdura... Pero bueno pa gustos colores jajaja
Aunque una melena de esas que te cubre del frio y del calor no estaria mal eeee

Lara dijo...

¡Qué apañao este hombre!
Besos.

La Luna dijo...

Yo es que verduras ... si fuera el hombre-jamón ibérico ...

Agata dijo...

Buen relato,Chasky.
Una del club de fans.

Anónimo dijo...

Todos somos hombres verduras ficticias... ya se sabe las berengenas y los nabos :S (creo que me duran los efectos del ron en el cuerpo... no me hagais caso)

Chasky dijo...

Jajajja, eso es verdad aunque también tenemos algo de pescado y de carne.

Lu dijo...

parece Gigante Verde... el de los guisantes... :P

K dijo...

Yo conozco uno como este, pero de los champiñones que le salen del ombligo no me fiaría ni un pelo. Seguro que son venenosos.

Un saludo, crack!

csar dijo...

bonita historia :)

caracol dijo...

Buena! Su sentido del gusto aceptar� todo asi? Crudo? No se hartar� Con que no se tenga que cocinar..., te compro la idea.

rake dijo...

Jooo!! Pero porque acaba mal?? Lo suyo era encontrar una plantita mona! jaja!
besillos!

Nana dijo...

ja ja ja... qué imaginación! El hombre verdura me parece muy atractivo... ja ja, quizá si lo hubiese conocido antes... lástima!

Chasky dijo...

Caracol: Se aceptan negociaciones para poner una cifra.

kabukimen dijo...

madre mia tio, madre mia

fauston dijo...

yo cuando llevo tiempo sin ducharme tambien puedo alimentarme de mi mismo...me siento identificado...

Fanático dijo...

joder fauston q cerdo eres...

caracol dijo...

Pues mira... veo que para escribirte algo asi, te gustan las verduras.... que te parece.... unas 5 zanahorias, 4 calabacitas, y una cajita de tomates cherry... me parece justo...

Déjà vie dijo...

Buen relato! nose pq en seguida le he visto una lectura politica, nose si era la idea, pero...

montse dijo...

Mmmm, yo soy más carnívora, a ver si se reproduce el hombre filete, jejejejee, por cierto, tienes un regalito en blog.
Besos.

wAtAsHi dijo...

Me parto xD ...

"él mismo producía sus propios alimentos: en las orejas criaba patatas, en los sobacos recogía unas setas supernutritivas, en el ombligo tenía unos estupendos brotes de soja"

Al llegar a esta parte...no sé qué tendrá la palabra "sobaco" que me causa tanta gracia...

PD: Pero qué facilidad para cada uno eso de ser autosuficiente...

María dijo...

¡¡Mi hombre ideal!! Bueno...¡¡mi mutante ideal!! Ahora que lo pienso, me imagino que por &#%% tendría un nabo...así que no podría procrear con él :(

Oye, qué bien escrito Chasky

Anónimo dijo...

jeje que bueno sería eso, fuera capitalismo, aunq suena un poco cerdo alimentarse de cosas que te crezcan.
bessos

Chasky dijo...

Caracol: Acepto entonces, jejeje, me parece un buen trato.

Deja Vie: Era la idea.

Yamil dijo...

Ummmmm... verduuuura.... :p XD
Como vea a ese señor lo como XDD
Soy un asesino!!!

Bocaseca woman dijo...

No sé cómo no le devoró antes una cabra... xD

Buen blog ;)

Eva dijo...

Es una historia curiosa, que refleja un tema para darse de vueltas con él

Homeronica dijo...

Singular historia. Te felicito amigo. H.

Brie dijo...

Tela con el relato. ¿No te habrás tragado una de esas esporas tú también y se te ha ido al cerebro? Sería la explicación a una imaginación tan fértil :D (pretende ser un halago, aunque me haya quedado como el culo :p)

Chasky dijo...

Puede ser porque ahora estoy intentando escribir un cuentecillo y se me está pirando la pinza cosa mala. Cada día estoy peor de la cabeza.

Anónimo dijo...

Muy buena la metáfora sobre cultivar y “cultivarse” pero tengo que ponerle una pega a tu relato, una persona no puede alimentarse solamente de vegetales, tiene que ingerir proteínas, por lo que espero que de sus pies pudiera sacar “queso de cabrales” o comerse un filete de sus “lomos” de vez en cuando, si no, no sería autosuficiente y necesitaría comprar complejos vitamínicos y proteicos….

Chasky dijo...

Los brotes de soja que le salen del ombligo tienen proteínas, aunque qué quieres que te diga, donte estén unos buenos lomos...

María dijo...

Vaya era una lectura política, hijo desde que te has puesto tan serio...
:(

Chasky dijo...

Jjejeje, tranqui que esto no sé lo que van a durar este tipo de post porque ya tengo a la neurona harta de mi.