jueves, 2 de agosto de 2007

Los superfrikis en la Isla de la Mierda

En realidad cuando decidí enviar a algún lugar apartado a los frikis expulsados de la cabecera fue porque al estar en la gloria en mi blog y ser tratados a cuerpo de rey, probablemente no se reintegrarían a la sociedad. Así pues había que aislarles en algún sitio y para ello me decanté por la Isla de la Mierda, la decisión fue facilísima porque me la dejaron tirada de precio: 3 euritos por la isla entera (ójala los pisos dentro de nada cuesten igual). El precio tiene su razón y es que es una puta mierda, pequeña, huele mal y encima tiene forma de mojón, en definitiva, ideal para una panda de desequilibrados.

Los comienzos fueron duros, sobre todo para el primer habitante de la isla: el Morritos Macedonio, el pobre no sabía qué hacer y ponía caras de lo mal que allí olía. Sobrevivió a base de higos de mierda que crecían en árboles de mierda, para matar el tiempo y la soledad se masturbaba dejando la simiente esparcida por todos los rincones. A la semana llegó el cagón Gualberto, el pobre tuvo un problemón porque los higos de mierda le producían una cagalera cojonuda, de manera que estuvo esparciendo mierda por todos los rincones de la isla. Sin querer ambos lograron revivir la tierra de mierda de la isla y fertilizarla, de allí comenzaron a brotar plantitas que a la larga les proporcionaron comida de todo tipo: manzanas, peras, salchichas, cacahuetes o donuts. Poco a poco fueron entrando superfrikis.

Importante fue el momento en el que apareció por allí La Norma, una tía a la que le gustaba la marcha y dijo: "Toda la simiente para mi, vamos a pasárnoslo bien aquí". Craso error porque los árboles vieron disminuídos sus nutrientes y comenzaron a dar otro tipo de frutas tales como cáscaras de pipas, huesos de melocotones o higadillos de conejo. Aún así parecían no percibir el peligro: ¡podían perder su fuente de nutrientes por dejarse llevar por el instinto animal!. Aquello era un descontrol, cada uno iba a su bola y mataba el tiempo como podía hasta que le tocara el turno de avalanzarse sobre el cuerpo de La Norma, que no se movía de debajo de la sombra de un árbol con las patas abiertas. Menos mal que entró Morgana y puso orden, a partir de este momento las cosas cambiaron, se hizo con las riendas de la Isla y los árboles de nuevo volvieron a dar comida de la buena, incluso podías encontrarte algún chocolatero o gominolero.

Aquí el Jorgito y el Dimitri llevado troncos para construir el asiento de Morgana

Pero con la entrada de cada vez más frikis la cosa empezó a complicarse para Morgana, ya no le era tan sencillo controlar a los cada vez más numerosos superfrikis. Algunos comenzaron a poner en entredicho la forma de gobierno que Morgana llevaba con mano dura, por ejemplo no comprendían por qué no podían jugar a los bolos más allá de las 10 de la noche, bañarse en la piscina de lodo en pelotas o tararear una canción de la Pantoja en sitio público. Eran normas injustas propias de un ser al que le falta un tornillo, a la Morgana se le había subido el poder a la cabeza. Pronto se vieron envueltos en una batalla por el poder que duró algunas semanas, hubo varias bajas: una oreja de pan de Superempanado, una coleta del Coletitas Filadelfo y la poca salud mental que les quedaba a algunos. La pugna por el poder parecía que iba a durar toda la eternidad, se habían hecho dos bandos de fuerza similar, la partida estaba empatada.

Y con esta situación insostenible entró el General Joventino que por fin pudo poner en práctica todas sus habilidades estratégicas, utilizó una táctica llamada guerra de la pulga que consistía en atacar de manera rápida y bien dirigida durante la noche el enclave de Morgana, como se suele decir les pillaron en bragas y no tuvieron nada que hacer. Morgana fue condenada a sonreir el resto de su vida bajo pena de 5 sardinetas cada vez que no lo hiciera, un castigo muy duro pero merecido por haber dejado sin libertad al resto de superfrikis con sus órdenes. Aquella peleilla definitiva será recordada por siempre en la Isla, se le llamó la Guerra de la Pulga por la estrategia utilizada por Joventino que pasó a convertirse en un héroe y encargado de la defensa de la Isla de la Mierda.

Joventino oculto tran unas hojas

Ahora solo quedaba decidir otra forma de gobierno y tras profundas deliberaciones decidieron adoptar una serie de normas que cada uno debía cumplir: había que cagar y pajearse debajo de los árboles para que no faltara comida; y cada uno tenía que hacer lo que le diera la gana sin molestar a ninguno de los habitantes de la isla, si así fuera debía dejar de hacerlo y pedir perdón al afectado. Con estas dos sencillas normas están ahora viviendo felices y cada uno puede desarrollar su propia personalidad e individualidad sin presiones de una sociedad basada en normas y leyes imbéciles.

22 comentarios:

carmncitta dijo...

ufffff yo creo que al final vamos a tener que aprender de ellos y todo, la última regla me gusta oyee...

Alana dijo...

bueno no está tan mal la isla, si no fuera por el olor yo me la pediría para reyes ehh jaajjaa

wAtAsHi dijo...

iiiuuuggg !!! la última regla...es un poco...¿cómo decirlo? un tanto desagradable ¿no? XD

Lo siento, yo no podría ir a la isla, ni como invitado, qué miedo...

Anónimo dijo...

Joer, eso tiene que ser peor que la isla del Doctor Moreau, aunque las normas no me disgustan, a ver si se extiende lo de que si no sonríes te dan una sardineta, estaría entretenido el tema, jejeje

Chasky dijo...

Carmncitta: Si es que al final serán unos frikazos pero para vivir a gusto no necesitas muchas normas complicadas.

Alana: Huele un poco mal pero el aroma se ha ido suavizando desde que empezaron a crecer árboles y plantas.

Watashi: Ya verás como en unos años es un centro turístico de primera fila.

Cuernos de Moisés: Sobre todo se podría aplicar a algunos jefes que parece que están amargados todo el día.

Anónimo dijo...

yeah, menuda guerra más cruenta..una batalla épica sin duda, deben vivir bien en la isla, espero que a la viejuna jacinta la traten bien, que está muy mayor la mujer, a ver si nos cuenta algún día sus peripecias en la isla jeje.
bessos

An dijo...

pufff que tenebroso me resulta.jajajaja, un saludo amigo

El Ratoncito Pérez dijo...

En vez de Rebelión en la Granja. Rebelión en la isla de la mierda, je, je, je. ¿La Norma está preñada?, porque con tanto mambo...

Anónimo dijo...

Que gran realato, Morgana, el general joventino..., que recuerdos,un blogabrazo.

La Menina de la Reina dijo...

jajajaj...vaya fotos y qué caretos!!!...si es que los reality shows han llegado hasta el blog de chasky

இலை Bohemia இலை dijo...

Que arte tienes Chasky, ya has creado un universo a lo Tolkien pero a lo friki...

jejejeje

Besos

Chasky dijo...

Yaves: Tranquila que la Jacinta no está allí, ella y el Minga no están en la isla, como colaboradores del blog se les permite seguir viviendo en su casa.

Ratoncito: Es posible que eso explique porqué le estaba saliendo una buena barriga.

Kabukimen: Es que hay frikis que marcaron una época en el blog y ahora lo hacen en la isla de la mierda, no hay que olvidarlos.

Pricess: Dentro de nada voy a abrir un casting de frikis para formar parte de la cabecera.

Bohemia: Mmmmm no sé si a lo Tolkein pero quizás el relato tiene alguna influencia más clara de El señor de las moscas de William Golding.

Anónimo dijo...

Digo yo que si a uno de tus frikis le dio un ataque de diarrea encima justo de un montón de mierda debió ser como cuando hay una explosión de lava. Seguro que puso el ojete mirando hacia el cielo en la parte más alta de la isla de mierda y comenzó a expulsar el líquido marrón, que luego resbaló hacia el mar, donde se solidificó, creando un estrato geológico que aumentó los metros cuadrados de mierda. Te recomiendo que no vayas dando ideas sobre historias de frikis "perdidos" en una isla porque luego vienen los de la cadena ABC y te copian las ideas para hacer series "perdidas".

SH765HT2 dijo...

Como sigas así, los geniales guionistas de "Perdidos" fijo que utilizan tu blog como fuente de inspiración para los capítulos de la 666ª temporada. Resumen: Jake y Kate, después de sorber un misterioso fluído de color marrón, descubren que la isla no es más que un montón de mierda seca producto de la cagada de una tortuga gigante, prima hermana de Gotzila. En el capítulo 666x18 (que no lleva spoilers, juas) el General Joventino se revela como otro de los Otros y lleva a bordo de una lancha hecha con furullos del perro labrador a los desafortunados frikis hasta un bunker en la playa, donde se haya Locke en calzoncillos con un cucharon el mano.

Lara dijo...

Bonita isla para irse de vacaciones. Quizás me pase por allí un día de estos ;)
Besos guapetón.

Doctor dijo...

Los superfrikis se merecen un tebeo, de esos de los de antes, en plan Roberto Alcázar y Pedrín... :)

Doctor,
Crítico de Blogs

Dammy dijo...

Ahora entiendo porque la gente se dice tanto eso de "vete a la mierda", en realidad es un deseo de buen rollo... :-P

Por cierto, arreglado el tema del vídeo... por lo menos de momento. ;-)

Un blogabrazote veraniego.

Yamil dijo...

Obra maestra de lo friki amigo, me he emocionado... XDDD
Cuando los frikis morimos, iremos a la isla de la mierda? Me lo estoy imaginando... xDDD

Ricardo Astrauskas dijo...

Esta chistoso tu blog

chuliMa dijo...

ufff..tarde o temprano abrá una revolución en esa isla de mierda....Aunque me pregunto ¿Podria la anarquia funcionar entre tanto friky marturbardor?...

shaluditos y buen relato...norawena

EnLaOscuridadDeLaNoche dijo...

Fíjate, y los de la tele sin enterarse... con lo que sacaría retransmitiendo la vida en la Isla de la Mierda...
Un besín.

Anónimo dijo...

Por fin se aclaro el misterio de la isla de la mierda. Ríete tu de perdidos...
¿Yastas en Barna?

Un abrazo.