
El objetivo de la expedición no era otro que el de hacer un poco de turismo y tratar de convencer a los protagonistas de la serie para que visitaran su planeta y así sus habitantes pudieran conocer a sus ídolos. Pero desde el inicio la cosa no fue nada bien, lo primero fue encontrar un lugar para aparcar la nave, la cosa no fue sencilla, tuvieron que dar un montón de rulos para hallar un aparcamiento. Lo que desconocían es que no vale con aparcar la nave, sino que además te obligan a meter pelas en unos cacharros, así que cuando llegaron por la noche se encontraron con un multón de tres pares de narices (expresión proveniente del planeta Actimel Omega 3 en el cual sus habitantes tienen 6 narices).
Aparte de la multa, el día no les fue nada bien, sentían que los terrícolas les miraban raro, no se asustaban al verlos pero ellos no se encontraban cómodos con la forma en la que los observaban. Vieron a un oso, una escultura de un tío sobre un bicho a cuatro patas, una especie de cuarto de cúpula raruna con cristales, pero sobre todo muchos humanos, la gente iba con un montón de bolsas en cada mano, personas tiradas en el suelo llenas de mierda con un bote y algunos céntimos en su interior, otros sin brazos con un vaso en la boca lleno de euros, algunos gritaban, otros corrían, en definitiva, un caos que volvería loco a cualquiera. Finalmente decidieron centrarse en su misión, preguntaron a la gente si sabían dónde podían encontrar al Chechu, la Juani, el Nacho, el Poli…, pero nadie tenía ni puta idea de lo que hablaban. Los de médico de familia - les decían, pero nada, la única pista que obtuvieron fue que Nacho estaba en la Sexta, en la sexta qué, eso qué era, la gente les estaba tomando el pelo. Aún así era una raza pacífica, preferían contar hasta zri antes de liarse a tiros.
Pero hubo una gota que colmó el vaso. Los buenos y pacientes expedicionarios de Epsilon Andromeda B decidieron hacer unos panfletos con los jetos del Chechu y compañía, a ver si así los humanos los identificaba más fácilmente que sólo por el nombre. Sin embargo la idea no funcionó desde el primer momento, una terrestre de edad avanzada (viejuna para todos nosotros), cogió el panfleto y se empezó a descojonar en la cara de la pobre alienígena. Ya sabemos que el respeto que tienen estos humanos hacia los demás deja mucho que desear. Ahora sí, el cabreo del grupo de seres verdes fue tremendo, cogieron la nave llena de multas y papelitos de propaganda en el parabrisas y se fueron a su planeta a la velocidad de la luz.
El momento que condenó a la humanidad
A partir de ese momento, ∩∫∞♣╪, presidente de Epsilon Andrómeda B, declaró la guerra a la Tierra mediante una carta dirigida a Esperanza Aguirre. Ésta, acojonada y diciendo que la culpa era sin duda del gobierno de Zapatero, decidió crear un grupo de superhéroes para rechazar la amenaza extraterrestre. Llegados a este punto muchos estaréis pensando en nuestro Chasky’s friki group, pero no, yo jamás serviré a ningún gobierno, nosotros somos libres y hacemos lo que nos sale del ojete. En cualquier caso, aquel grupo de superhéroes no duró ni dos asaltos.
Los elegidos para salvarnos a todos, pufff, me parto el culo
Así que nada, esta es la situación actual, los extraterrestres se están infiltrando en nuestra red social, ocupando importantes cargos para dominarnos desde dentro, sin renunciar en algunos casos a la violencia. Pero aquí estamos nosotros para evitar que se adueñen de La Tierra y nos obliguen a ser como los personajes de Médico de Familia las 24 horas al día. Por nuestro bien más nos valdrá que no nos saltemos el guión que tienen escrito para los terrícolas.