Por si las moscas, no está de más llevarse tapones para los oídos cuando vas a dormir invitado en una casa ajena, nuna se sabe el nivel de ronquidos de los anfitriones.
Los que vayan a participar en el tema del mes de mayo, que no se olviden de publicar sus posts este sábado.
Tomo nota. También sería muy cortés llevar para los anfitriones...
ResponderEliminarSaludos.
Tambien spray por si soy yo quien ronca. jaja bss
ResponderEliminaresto me hace recordar que ayer en la farmacia un hombre pidió TAMPONES, la farmacéutica le dio los TAMPONES y él, indignado, le dijo que eran tampones para los OIDOS.
ResponderEliminarMi post esta prgramado para el Sabado!!!
ResponderEliminarLo de los ronquidos es muy fuerte, yo así no puedo, oiga
Yo siempre llevo unos tapones en el bolso, son imprescindibles, también para el transporte público!, jajajaja
ResponderEliminarHay casos en los que es necesária un arma, jajajaja....
ResponderEliminarJajajaaaaa... qué grande!!
ResponderEliminarmás razón que un santo tienes :)
o del tono de las guarreridas.
ResponderEliminarYo hace tiempo que metí en mi bolso unos tapones para los oídos... y más de una vez los he tenido que usar :S.
ResponderEliminarY tampones ...
ResponderEliminarPero que asco lo del mocarro ;)
ResponderEliminarY muy buen consejo lo de los tapones, si señor.
Un abrazote.
Pues no es mal consejo no... jejeje
ResponderEliminarFeliz finde.
Jajajajaja! Muy buen consejo! ^^
ResponderEliminar¿Aprendido por una mala experiencia?
Besicos!
Y catorce!
ResponderEliminarDí que sí, yo los llevo a todos lados.
ResponderEliminarMartha: Aprendiendo de varias malas experiencias.
ResponderEliminaryo siempre lo hago... soy demasiado delicada para coger el sueño...
ResponderEliminaryo no me separo de mis tapones, siempre los llevo por si acaso!!!!!!!!
ResponderEliminarLo suscribo totalmente... Claro que no me corto y protesto al dia siguiente...
ResponderEliminarSeguro que encuentras un arma secreta para neutralizarlos...los tapones, cascos y derivados...son lo único que me produce una inquietud casi claustrofóbica. Saúdos e apertas
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