Veo a buitres a mi alrededor

Este finde me encontraba tomando unas cañejas con unas tapillas en un bar de Madrid bastante céntrico. Estaba petadísimo pero a mi me la traía floja porque estábamos con el culo posado en unas sillas mientras la mayoría debía permanecer en pie. Pero bueno, no es mi problema, yo llevaba allí desde hace un buen rato cuando todavía había mesas libres, a veces es preferible adelantar la hora de las tapas para evitar aglomeraciones.

De todas formas, aunque era un privilegiado en esta situación, teníamos que soportar la mirada de un montón de gente sobre nosotros. Todos pendientes, espectantes, con los músculos a punto, preparados, con todos los sentidos alerta; y al mínimo movimiento que hiciera presumir que pudiéramos abandonar la mesa y ponernos en pie, plash, un montón de gente tirándose en plancha sobre la mesa. Así que allí dejamos a dos tíos peleándose sobre quién debía ocupar la mesa que nosotros habíamos dejado.